domingo, 3 de marzo de 2013

El regreso del caballero oscuro. Películas de animación



Warner Bros. Decidió hacer una adaptación de la importante obra de Frank Miller, El Regreso del Caballero Oscuro, un hito entre los cómics de superhéroes ya que, cuando salió, en 1986 y junto a Watchmen, del inglés Alan Moore, supusieron una revolución en la concepción que hasta entonces se tenía de este género. Pasaron de ser pasatiempos juveniles a entretenimiento adulto. Para esta tarea el equipo elegido ha sido el de Jay Oliva en la dirección y Bob Goodman adaptando el guión. El cómic me lo leí hace mucho, con lo que la reseña es sobre una obra individual, no sobre una adaptación, me dejo como pendiente el releer esta obra de Miller y, ya que estamos, su continuación, El Señor Oscuro Contraataca.
La decisión de partir el producto en 2 debe ser meramente comercial, ya que los 150 minutos que suman ambas partes perfectamente habrían podido constituir una única película.

Bruce Wayne tiene unos 55 años al inicio del filme, lleva 10 sin ponerse la máscara de Batman, está bordeando el alcoholismo y se dedica a conducir en carreras de coches. Una serie de acontecimientos le harán replantearse su retiro y volver a la noche para intentar implantar su modo de ver la justicia. Este modus operandi, basada en el ojo por ojo, que comparte con el Comisario Gordon, es constantemente puesto en duda.

Posibles Spoilers a continuación:



El primer enemigo serio al que se tiene que enfrentar es, precisamente, uno de los que más críticos han sido con la labor de Batman, Harvey Dent / Dos Caras. También la sustituta de Gordon al frente de la policía de Gotham, Ellen Yindel, se convierte en firme opositora del héroe enmascarado. Finalmente, el propio gobierno de EEUU, aquí presentado como una caricatura del presidente Reagan, se siente incómodo con los actos de Batman.



El debate que se establece es sumamente interesante, Bruce Wayne y su alter ego, están pasando por encima de la Ley (Harvey Dent), de sus vigilantes legítimos (la policía, con Yindel a la cabeza) y en un momento de crisis, del mismísimo gobierno de los EEUU (con Clark Kent trabajando para la administración Reagan). El propio lector tiene que decidir cual sería el mejor método de actuación, entre las partes implicadas.

Otro tema que se trata con bastante acierto es el de la guerra fría, la idea de que Superman suponga una ventaja definitiva que derrote con facilidad a los soviéticos y que estos, en represalia, comiencen un ataque nuclear es hija de su tiempo (recordemos que es 1986), aunque ahora se vea como algo exagerado. La actitud del gobierno EEUU también es buena muestra de lo que pensaba Miller sobre el mismo.

El personaje del Joker quedó marcado por la gran actuación del difunto Heath Ledger en la segunda película de Nolan al frente de la franquicia, aquí es retratado como alguien más frío incluso, pero con la misma capacidad para asesinar a sangre fría a indefensos inocentes (su excena climax es en un parque de atracciones).

Hay ciertos momentos en los que la obra da algunos pequeños bajones, sobre todo entre los 4 grandes subfinales que forman parte de la misma, esto es, ante Dos Caras, el Líder de los mutantes, Joker y Superman. Son eventos de demasiada relavancia como para que el resto de la película tengan un nivel equivalente.

La animación es de bastante calidad, el guión muy bueno y el regusto que deja excelente, no es un buen punto de partida para introducirse en el universo de Batman pero, desde luego, es un buen trabajo que hay que ver si se quiere explorar en profundidad la mitología que rodea al hombre murciélago. No es fácil de ver, invita a la reflexión por parte del espectador, hay momentos duros, de violencia, normalmente justificados, pero elevan 1 punto lo estamos adaptados a ver en este tipo de obras. Con todo, imprescindible dentro de las películas de animación sobre el personaje que han salido.

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